La osteoartritis es una enfermedad de las articulaciones en la que se rompe el cartílago protector. Esto provoca dolor y rigidez en las articulaciones afectadas. Las rodillas, las caderas, las manos y la columna son las más comúnmente afectadas. El tratamiento tiene como objetivo aliviar el dolor y mejorar las funciones articulares. Según un estudio de Jonathan T. Evans et al (2019), la rotura del cartílago articular se identifica como la principal causa del dolor y la rigidez asociados a la osteoartritis. ¿Qué es la osteoartritis? Es precisamente esta enfermedad la que afecta la calidad de vida de muchas personas.
Datos clave de un vistazo
- La osteoartritis es una enfermedad degenerativa de las articulaciones que se caracteriza por la rotura de la capa de cartílago entre las superficies de las articulaciones y provoca dolor y restricción de movimientos.
- Los síntomas más comunes de la osteoartritis incluyen dolor inicial, dolor por estrés y dolor constante, que ocurren particularmente en las rodillas, caderas y muñecas.
- El tratamiento de la osteoartritis incluye métodos conservadores como medicación y fisioterapia y, en casos graves, intervención quirúrgica; Una dieta equilibrada y ejercicio regular que sea suave para las articulaciones también pueden ayudar a frenar la progresión de la enfermedad.
¿Qué es exactamente la osteoartritis?
La osteoartritis es una enfermedad degenerativa de las articulaciones caracterizada por la rotura de la capa de cartílago que absorbe los impactos entre las superficies de las articulaciones. Existen diferentes formas de artrosis que se diferencian por el desgaste de la capa de cartílago y de las articulaciones afectadas. Este desgaste conduce a la pérdida de la función amortiguadora natural del cartílago, lo que aumenta la tensión sobre el hueso subyacente. A medida que avanza la osteoartritis, se acumula calcio, la placa ósea se espesa y se forman crestas óseas.
La pérdida progresiva del cartílago articular puede provocar el colapso de la superficie articular, exacerbando aún más el dolor y la movilidad limitada. Esta condición puede manifestarse de diferentes formas dependiendo de las articulaciones afectadas. La poliartrosis, por ejemplo, se refiere al desgaste simultáneo de varias articulaciones y al estado del cartílago articular.
La osteoartritis no afecta sólo a las personas mayores: los más jóvenes también pueden sufrir esta enfermedad, especialmente si tienen predisposiciones genéticas o factores de estilo de vida que favorecen el desgaste de las articulaciones. El tratamiento de la osteoartritis tiene como objetivo aliviar el dolor, mejorar la movilidad y frenar la progresión de la enfermedad.
Síntomas comunes de la osteoartritis
Los síntomas más comunes de la osteoartritis incluyen:
- Dolor inicial que suele aparecer en las caderas o las rodillas, especialmente al empezar a correr después de un periodo de descanso.
- Dolor por estrés que a menudo ocurre después de caminar o estar de pie durante largos períodos de tiempo y que puede limitar significativamente la vida cotidiana.
- Dolor permanente en fase avanzada, que también existe por la noche y que, por tanto, puede afectar a la calidad del sueño.
La restricción de movimiento a menudo se debe a dolor y rigidez en las articulaciones, lo que dificulta a los afectados realizar las tareas cotidianas. Es especialmente típica la rigidez de las articulaciones, que se produce especialmente por la mañana, después de levantarse o después de largos períodos de descanso. Estos síntomas no sólo son físicamente estresantes, sino que también pueden tener efectos psicológicos, ya que afectan gravemente la calidad de vida.
¿Qué articulaciones se ven afectadas?
En teoría, la osteoartritis puede afectar cualquier articulación, pero las rodillas, las caderas, las manos y la columna son las más comúnmente afectadas. La articulación de la rodilla es particularmente vulnerable porque está expuesta a un estrés enorme todos los días. La cadera también suele verse afectada debido a su función de carga. La osteoartritis en las manos puede tener un impacto importante en la motricidad fina y dificultar las tareas cotidianas como escribir o agarrar.
La articulación en silla de montar del pulgar, conocida como rizartrosis, y las articulaciones del tarso también pueden verse afectadas por la osteoartritis. La columna vertebral, especialmente la cervical y la lumbar, también suele mostrar signos de desgaste, lo que puede provocar dolores de espalda importantes y movilidad limitada. La variedad de articulaciones afectadas muestra cuán extensa y debilitante puede ser esta enfermedad.
Causas y factores de riesgo de la osteoartritis.
Las causas y factores de riesgo de la osteoartritis son diversos. Las causas incluyen:
- Sobrecarga mecánica
- Factores genéticos
- Lesiones
- Viejo
- Exceso de peso
Estos factores pueden actuar individualmente o en combinación y acelerar el desgaste de las articulaciones.
Veamos estas causas y factores de riesgo en detalle.
Sobrecarga mecánica
La sobrecarga mecánica provocada por actividades deportivas intensas o actividades profesionales puede provocar un desgaste importante del cartílago articular. Especialmente los movimientos repetitivos y los altos niveles de estrés pueden aumentar el riesgo de osteoartritis. Deportes como correr, fútbol o levantamiento de pesas, que ejercen mucha presión sobre las articulaciones, son causas comunes de sobrecarga mecánica.
Las actividades profesionales que exigen mucho esfuerzo físico, como los trabajos de construcción o los trabajos manuales, también pueden provocar una tensión excesiva en las articulaciones. Además, la debilidad y los desequilibrios de los músculos circundantes pueden provocar una sobrecarga mecánica de las articulaciones. Las lesiones que afectan a la articulación también aumentan el riesgo de osteoartritis porque debilitan la estructura articular y perjudican la regeneración del cartílago.
Factores genéticos
Los factores genéticos pueden aumentar significativamente el riesgo de osteoartritis. Una predisposición genética significa que ciertos genes que afectan la estructura y función del cartílago pueden aumentar el riesgo de osteoartritis. Estas predisposiciones genéticas a menudo son hereditarias y pueden provocar que varias generaciones se vean afectadas por la osteoartritis.
Otros factores de riesgo
Las lesiones previas, especialmente las que afectan a la estructura articular, pueden aumentar el riesgo de desarrollar osteoartritis. Estas lesiones pueden provocar daños permanentes al cartílago y las estructuras circundantes. Además, el riesgo de osteoartritis es mayor en las personas mayores porque el cartílago se desgasta con la edad.
La obesidad es otro factor de riesgo importante para la osteoartritis, ya que ejerce una presión adicional sobre las articulaciones y desgasta el cartílago más rápidamente. El peso adicional provoca un mayor estrés mecánico y puede aumentar los procesos inflamatorios en el cuerpo. Estos factores juntos resaltan la importancia de mantener un peso saludable y un estilo de vida activo para minimizar el riesgo de osteoartritis.
Diagnóstico de la osteoartritis
La osteoartritis se diagnostica mediante una combinación de entrevistas con los pacientes, exámenes físicos y pruebas de imágenes como radiografías, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas. Estos métodos ayudan a determinar la ubicación exacta y el alcance del daño articular. El proceso de diagnóstico a menudo comienza con su médico de cabecera y puede derivarlo a un especialista en ortopedia si es necesario.
Echemos un vistazo más de cerca a los primeros pasos y los procedimientos de obtención de imágenes.
Primeros pasos con tu médico de familia
El médico de familia es el primer interlocutor en caso de dolor articular y realiza exámenes básicos. Durante el examen inicial preguntaremos dónde y cuándo exactamente se produce el dolor, se palparán las articulaciones y se comprobará su función. Esta información proporciona información importante sobre la presencia de artrosis y ayuda a descartar otras enfermedades.
Después de los exámenes iniciales, el médico de familia suele derivarlo a un ortopedista que puede realizar más pruebas especializadas. Esta derivación es particularmente importante si los síntomas son más graves o si se requiere un diagnóstico más preciso.
Procedimientos de imagen
Las técnicas de imagen como los rayos X, la tomografía computarizada y la resonancia magnética son cruciales para diagnosticar con precisión la osteoartritis. La radiografía muchas veces puede confirmar el diagnóstico, especialmente en etapas avanzadas de la enfermedad. Muestra cambios en el espacio articular, densidad ósea y posibles desgarros del cartílago.
La resonancia magnética (MRI) proporciona imágenes sin radiación y puede proporcionar información detallada sobre el estado de los tejidos blandos y los cartílagos. Estos procedimientos son particularmente útiles para evaluar el alcance del daño articular y planificar el tratamiento adecuado.
Opciones de tratamiento para la osteoartritis
Las opciones de tratamiento para la osteoartritis son diversas e incluyen enfoques tanto conservadores como quirúrgicos. Los métodos conservadores incluyen:
- Medicamento
- terapia física
- movimiento suave para las articulaciones
También se utilizan cada vez más métodos naturales como el tratamiento con MSM (metilsulfonilmetano).
Si la osteoartritis está avanzada, pueden ser necesarios procedimientos quirúrgicos como reemplazos de articulaciones. Veamos en detalle las diferentes opciones de tratamiento.
Medicamento
Los medicamentos juegan un papel esencial en el alivio del dolor de la osteoartritis. Los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE), como el ibuprofeno, el diclofenaco y el naproxeno, se utilizan habitualmente para reducir el dolor y la inflamación. Estos medicamentos están disponibles en varias formas, incluidas cremas y geles que se pueden aplicar directamente en las articulaciones afectadas.
Los inhibidores de la COX-2 o coxibs son alternativas a los AINE y tienen un perfil de efectos y efectos secundarios diferente. Medicamentos como celecoxib y etoricoxib tienen efectos antiinflamatorios y analgésicos, similares a los AINE, pero con menos efectos secundarios estomacales. Estos medicamentos son particularmente útiles para pacientes sensibles a los AINE tradicionales.
Efectos secundarios
Sin embargo, a pesar de su selectividad, estos fármacos también pueden provocar efectos secundarios importantes. Aquí hay algunos posibles efectos secundarios:
Efectos secundarios gastrointestinales
- dolor de estómago
- náuseas
- Vomitar
- Diarrea
- Sangrado de la mucosa gástrica.
Efectos secundarios cardiovasculares
- Infarto de miocardio
- ataque
- Daño hepático
- Angina de pecho
- hipertensión
Efectos secundarios alérgicos
- erupciones
- Urticaria
- Anafilaxia
Otros efectos secundarios
- Dolor de cabeza, mareos, trastornos del sueño, agitación, irritabilidad o cansancio.
- Erupciones, picazón o ataques de asma, edema.
- Cambios en los recuentos sanguíneos.
Riesgos
- Sobredosis: daño a la mucosa gástrica, disfunción renal.
- La inhibición de la COX-1 puede provocar mayores problemas en el tracto gastrointestinal y un mayor riesgo de hemorragia.
- La inhibición de la COX-2 puede aumentar el riesgo de eventos cardiovasculares
- Los inhibidores selectivos de la COX-2 pueden aumentar el riesgo de eventos cardiovasculares
Contraindicaciones
- Enfermedades cardiovasculares
- Úlceras estomacales
- Insuficiencia renal
- periodo de embarazo y lactancia
Es importante informar a su médico sobre cualquier enfermedad, medicamento y alergia previa antes de tomar AINE o inhibidores de la COX-2 o coxibs a largo plazo o en dosis altas. También es recomendable controlar periódicamente sus valores sanguíneos y otros parámetros médicos para detectar posibles efectos secundarios en una fase temprana.
Fisioterapia y ejercicio.
La fisioterapia y el movimiento suave para las articulaciones son elementos centrales del tratamiento de la osteoartritis y de terapias importantes. Los ejercicios fisioterapéuticos pueden mejorar la orientación de las articulaciones desarrollando músculos y aliviando el dolor. El ejercicio regular, como la natación, los aeróbicos acuáticos y el ciclismo, fortalece los músculos y mejora la nutrición del cartílago.
Los músculos fuertes del muslo pueden ayudar a retrasar la necesidad de un reemplazo de rodilla. La combinación de ejercicios específicos y actividades suaves para las articulaciones ayuda a mantener la movilidad y mejorar la calidad de vida de los afectados.
Intervenciones quirúrgicas
Se consideran intervenciones quirúrgicas cuando los métodos de tratamiento conservadores ya no son suficientes y la calidad de vida del paciente se ve gravemente afectada. Los procedimientos mínimamente invasivos, como los trasplantes de cartílago y las artroscopias, se utilizan para la osteoartritis moderada y pueden ayudar a mejorar la función articular.
Si las articulaciones están gravemente dañadas, puede ser necesaria una articulación artificial (prótesis). Estas cirugías son complejas y requieren una planificación cuidadosa y atención de seguimiento para lograr los mejores resultados. La decisión de someterse a una cirugía se toma de forma individual según la extensión del daño articular y las necesidades específicas del paciente.
Enfoque alternativo
Azufre Orgánico – MSM (Metilsulfonilmetano)
MSM (metilsulfonilmetano) es una sustancia natural con propiedades antiinflamatorias que puede utilizarse en el tratamiento de la osteoartritis.
Los científicos del Southwest College Research Institute llevaron a cabo un estudio aleatorio, doble ciego y controlado con placebo en 2006 en el que participaron 50 hombres y mujeres. Tenían entre 40 y 76 años y todos padecían una dolorosa artrosis de rodilla.
Los sujetos de prueba se dividieron en dos grupos: un grupo recibió 3 gramos de MSM dos veces al día (para un total de 6 gramos de MSM por día) y el otro un placebo. En comparación con el placebo, la administración de MSM resultó en una disminución significativa del dolor.
Gracias a HSH, los participantes también pudieron volver a moverse mejor, lo que significa que se pudieron lograr mejoras significativas en términos de actividades diarias. Lo que fue especialmente agradable fue que el MSM, en comparación con los medicamentos convencionales para el reumatismo, no provocó ningún efecto secundario. Mientras que los medicamentos habituales para la osteoartritis simplemente inhiben la inflamación y alivian el dolor, el MSM parece intervenir directamente en el metabolismo del cartílago.
En resumen, este interesante estudio demostró que los HSH:
- puede reducir significativamente el dolor de la osteoartritis
- puede mejorar la movilidad
- no tiene efectos secundarios que los medicamentos convencionales para el reumatismo traen consigo
MSM es un componente importante de los aminoácidos cisteína y metionina que contienen azufre, que son de gran importancia para la salud y el metabolismo del cuerpo. También se utiliza como complemento dietético para satisfacer las necesidades de azufre del organismo y promover la salud.
Otras preparaciones a base de hierbas también pueden ser eficaces en el tratamiento de la osteoartritis. Pueden aliviar el dolor, reducir la inflamación y mejorar la salud de las articulaciones. Especialmente en las primeras etapas de la osteoartritis, estos fitofármacos pueden complementar bien el tratamiento de la osteoartritis si se utilizan en estrecha consulta con el ortopedista tratante.
Hierbas para la osteoartritis
Algunas hierbas populares en el tratamiento de la osteoartritis incluyen el jengibre, la cúrcuma y el incienso . Estas hierbas tienen propiedades antiinflamatorias y pueden ayudar a reducir el dolor y la inflamación. Pueden utilizarse como alternativa natural o complemento al tratamiento convencional de la osteoartritis.
Ungüento de veneno de abeja
El ungüento de veneno de abeja es un remedio natural que se puede utilizar para aliviar el dolor articular causado por la osteoartritis. Las propiedades antiinflamatorias y analgésicas de esta sustancia pueden mejorar significativamente la calidad de vida de los afectados.
Estos enfoques naturales pueden ser una valiosa adición a otros métodos de tratamiento y mejorar la calidad de vida de los afectados.
Dieta y estilo de vida para la osteoartritis.
Una dieta saludable y un estilo de vida adaptado pueden desempeñar un papel crucial a la hora de aliviar los síntomas de la osteoartritis y ralentizar la progresión de la enfermedad. Los ácidos grasos omega-3, que se encuentran en los pescados grasos de agua fría y en ciertos alimentos vegetales, tienen efectos antiinflamatorios y pueden favorecer la salud de las articulaciones. Estos también incluyen, por ejemplo, la cúrcuma, el chile o la canela. Un analgésico natural frecuentemente eficaz para la osteoartritis es una mezcla de comino, cilantro y nuez moscada. Además, una dieta equilibrada es importante para asegurar los macro y micronutrientes necesarios.
Veamos en detalle las pautas dietéticas y la importancia del control del peso.
Lineamientos dieteticos
Las personas afectadas por la osteoartritis deben llevar una dieta rica en proteínas, con alrededor de 1 gramo de proteína por kilogramo de peso corporal al día. Se recomiendan especialmente las fuentes de proteínas de alta calidad, como los productos lácteos, las legumbres y los productos sustitutivos de la carne. La fibra dietética contenida en los alimentos con almidón y las verduras ayuda a prolongar la sensación de saciedad y a mantener constantes los niveles de azúcar en sangre.
La fibra dietética de origen vegetal tiene propiedades antiinflamatorias que pueden ser útiles en el tratamiento de la osteoartritis. Una dieta antiinflamatoria rica en ácidos grasos omega-3 y baja en ácidos grasos saturados puede aliviar los síntomas de la osteoartritis e influir positivamente en el curso de la enfermedad.
Control de peso
La obesidad es un importante factor de riesgo para el desarrollo y empeoramiento de la osteoartritis, ya que ejerce una presión adicional sobre las articulaciones. Perder peso puede reducir significativamente los síntomas de la osteoartritis de rodilla en personas con sobrepeso. Cambiar su dieta junto con el ejercicio puede ayudar a desarrollar masa muscular y reducir el peso.
El tejido graso produce hormonas proinflamatorias que pueden aumentar la inflamación en el cuerpo. Por tanto, es importante mantener un peso saludable para reducir la tensión en las articulaciones y minimizar los procesos inflamatorios en el cuerpo.
Prevención de la osteoartritis
La prevención es la clave para minimizar el riesgo de osteoartritis. Los ortopedistas recomiendan deportes respetuosos con las articulaciones, como el ciclismo y la natación, que cuidan las articulaciones y al mismo tiempo fortalecen los músculos. El ejercicio suave y regular promueve la regeneración del cartílago en todas las articulaciones y puede ayudar a prevenir la progresión de la enfermedad.
Una dieta equilibrada con una alta proporción de alimentos de origen vegetal puede reducir los procesos inflamatorios que dañan el cartílago. Se debe evitar el alcohol y la nicotina, ya que pueden dañar las células del cartílago y aumentar la osteoartritis.
Mantener un peso corporal saludable y tener músculos bien tonificados también puede reducir el riesgo de osteoartritis.
Resumen
La osteoartritis es una enfermedad articular compleja y generalizada que se caracteriza por la degradación del cartílago articular y puede provocar un dolor significativo y restricción de movimientos. Los síntomas de la osteoartritis incluyen dolor inicial, dolor al esfuerzo, dolor constante, restricción de movimientos y rigidez de las articulaciones. Las rodillas, las caderas, las manos y la columna suelen verse afectadas.
Las causas y factores de riesgo de la osteoartritis son diversos e incluyen sobrecarga mecánica, factores genéticos, lesiones previas, edad avanzada y obesidad. El diagnóstico se realiza mediante entrevistas a los pacientes, exámenes físicos y procedimientos de imágenes. Las opciones de tratamiento son variadas y van desde medicamentos hasta fisioterapia y ejercicio, pasando por cirugía y enfoques naturales como el MSM. Una dieta saludable y un estilo de vida activo también pueden ayudar a aliviar los síntomas y retardar la progresión de la enfermedad. Medidas preventivas como deportes que protejan las articulaciones y una dieta equilibrada son cruciales para minimizar el riesgo de osteoartritis.
preguntas frecuentes
¿Qué es la osteoartritis?
La osteoartritis es una enfermedad degenerativa de las articulaciones en la que la capa de cartílago entre las articulaciones se rompe, provocando dolor y restricción del movimiento. Es una enfermedad muy común.
¿Qué síntomas son típicos de la osteoartritis?
Los síntomas típicos de la osteoartritis son dolor y estrés iniciales, dolor constante, restricción de movimientos y rigidez de las articulaciones. Estos deben ser aclarados por un médico.
¿Qué articulaciones se ven más comúnmente afectadas por la osteoartritis?
Las articulaciones más comúnmente afectadas por la osteoartritis son la rodilla, la cadera, las manos y la columna.
¿Cómo se diagnostica la artrosis?
La osteoartritis se diagnostica mediante consultas al paciente, exámenes físicos y pruebas de imagen como radiografías, tomografías computarizadas y resonancias magnéticas. No hay duda de que estos métodos proporcionan un diagnóstico integral.
¿Qué opciones de tratamiento existen para la osteoartritis?
Para la osteoartritis, existen opciones de tratamiento como medicamentos, fisioterapia, ejercicio, cirugía y enfoques naturales para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida. La elección depende de la gravedad de la osteoartritis y debe consultarse individualmente con un médico.
Artículo extraído y traducido del alemán del blog del Graf Von Kronenberg Group.
Nota: Nos gustaría señalar que muchos de los suplementos presentados aún no corresponden a la opinión y doctrina científica predominante y aún no están reconocidos por la medicina convencional.